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EL DEBATE A CUATRO DE ATRESMEDIA, UN FORMATO MÁS MODERNO QUE EL 'CARA A CARA' DE LA ACADEMIA TV

Un 'Cara a cara 2015' viejo frente a un '7D. El debate decisivo' brillante

REDACCIÓN  |  15 de diciembre de 2015 (10:34 h.)
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El 'Cara a cara 2015' entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez no tuvo un claro ganador en el tatami. Ni Mariano Rajoy ni Pedro Sánchez se alzaron con la victoria definitiva. Ni siquiera el moderador, Manuel Campo Vidal, consiguió sacudirse el aroma rancio del evento.

Quien sí se proclamó claro venceder fue el grupo Atresmedia, que -una vez más- consiguió convertirse en la referencia informativa en la noche del enfrentamiento.  Desde el punto de vista de las audiencias, laSexta alcanzó unos grandes resultados, liderando por encima del resto de opciones con un 14,6% y  más 2.9 millones de seguidores. Posteriormente, el 'Especial Al rojo vivo: objetivo cara a cara': se disparó hasta el 17,6% (1.633.000).

Antena 3 fue la segunda opción elegida por los espectadores, con un 14% y casi 2,8 millones de espectadores. El programa posterior, 'El cara a cara: el ganador', superó los 1,2 millones y 13%.

Por su parte, los datos de Televisión Española certifican que -ni de lejos- son ya la referencia informativa de España: 13,4% de audiencia y 2,6 millones de espectadores.

Debate a cuatro vs Cara a cara

Lo que parece claro -y al margen de las audiencias- es que el 'Cara a cara 2015', organizado por la Academia de la Televisión resultó un programa con tufo rancio y maneras viejas al servicio de la política de los partidos tradicionales, en detrimento de otras opciones emergentes y que logran movilizar a los ciudadanos.

Si lo comparamos con '7D: el debate decisivo', organizado por Atresmedia, este cara a cara ha proporcionado muy poco brillo televisivo. En aquella ocasión se creó un gran evento televisivo; en esta, un programa gris, carente de tensión, con una banda sonora más propia de gala del siglo XX.

El moderador es otro de los elementos que -desde el punto de vista comparativo- colocan el debate de Atresmedia por encima del cara a cara de la Academia TV. Frente a dos periodistas (Ana Pastor y Vicente Vallés) proactivos e incisivos que manejaron a los cuatro candidatos, Manuel Campo Vidal se mostró monolítico, rígido, antiguo en las formas y en el fondo. Daba la impresión de que a Campo se le iba el debate de las manos por momentos, frente a Pastor y Vallés que -dejando fluir- denotaban control sobre el programa de televisión.

La puesta en escena es otro elemento que hicieron del cara a cara un producto añejo. Frente a los cuatro candidatos de pie, sin atriles, sin barreras, una especie de mesa camilla que permitía esconder los defectos, cuando no la vergüenza. Esta disposición supone un paso atrás con respecto a lo visto hace una semana en Atresmedia.

Desde el punto de un punto de vista psicológico, Atresmedia apostó por abarrotar el plató de público, con unos candidatos colocados frente a ellos.

En definitiva, confrontan dos modelos de debate: uno -el de Atresmedia- ágil, brillante, periodístico, y otro antiguo, denso con tendencia a su desaparición.