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CUATRO ESTRENÓ ESTE LUNES EL DATING SHOW 'ADÁN Y EVA'

La desnudez de 'Adán y Eva', lo más accesorio del programa

FRAN POMARES  |  22 de octubre de 2014 (02:49 h.)
adan y eva

Cuatro estrenó este lunes por fin una de sus apuestas más arriesgadas de la temporada: el dating show 'Adan y Eva', un programa de citas en el que los participantes se conocen y conviven sin ropa.

Los primeros minutos de emisión de 'Adán y Eva' apuntan a que el programa va a ser un tostón: un tío (Alejandro) y una tía (Sonia) mostrando su desnudez en una isla a la que han ido a pillar cacho: el macho alfa cortejando a la hembra en celo o algo parecido...

A punto de cambiar de canal... pero llega el primer giro narrativo: los guionistas no han planteado un cortejo a dos, sino a tres: tras la primera noche llega a la isla una nueva aspirante, Estela, que logra hacerse con el cariño de Alejandro (morreos incluidos), desplazando a una despechadísima Sonia.

Pero cuando ella está a punto de tirar la toalla al grito de “yo aquí sobro”, aparece en la playa dentro de una caja un nuevo participante, Luis, quien decide tener su primera cita con Estela, que se revela como la primera tróspida: desconoce el significado de la palabra 'polivalente' o qué es el Manzanares. “Culturalmente no vale para nada”, dice Luis, ante cuya carencia, decide tirarle los tejos a Sonia. Resultado: primeras imágenes de edredoning.

En algo más de treinta minutos ya está montado el culebrón, cuya única duda es ¿por qué están desnudos? ¿todo lo que ocurre en 'Adán y Eva' podría pasar perfectamente con un traje de baño puesto o -incluso- con un frac de boda. Lo más característico del programa se convierte en lo más accesorio. La desnudez no deja de ser más que un reclamo, pero no aporta nada a la narración.

Por el camino, el programa plantea una prueba entre las chicas para ver quién se larga del paraíso. Alguien se tiene que ir y lo decidirá aquella que cambie más peces de sitio... Estela es la vencedora y decide que se marche... en fin que los giros argumentales siguen y, lo más importante, funcionan bien.

El programa, producido por la fáctoría tróspida por excelencia, EyeWorks, tiene algunos efectos que enfatizan las reacciones de los protagonistas, pero no llega ni por asomo al barroquimo de '¿Quién quiere casarse con mi...?' o 'Un príncipe para...'. 'Adán y Eva' apuesta por una narrativa más convencional, menos osada.

La presencia de Mónica Martínez no resta, pero tampoco suma... es un simple hilo conductor. Se echa en falta una Luján Argüelles e -incluso-  una Raquel Sánchez Silva... quizá sea algo premeditado  para no restar brillo a la trama y a los adanes y evas.

En suma, 'Adan y Eva' es un entretenimiento televisivo que está a medio camino entre 'Mujeres y hombres y viceversa' y 'Supervivientes', con toques de '¿Quién quiere casarse...?'.

Queda por responder a una pregunta: ¿tendrá el segundo programa la misma estructura o seguirán las sorpresas? La respuesta, el próximo martes en Cuatro.